Este recorrido no solo nos enseñará cómo se transformó el arte dramático en un periodo de intensa búsqueda y rebeldía, sino que también os servirá de base para inspiraros en estos movimientos a la hora de representar obras vanguardistas.
Las Vanguardias Artísticas en el Teatro:
Las vanguardias artísticas, nacidas a finales del siglo XIX y principios del XX, fueron movimientos revolucionarios que se caracterizaron por desafiar las normas tradicionales del arte y la cultura. Tras la Primera Guerra Mundial, el arte ya no quería representar la realidad de forma tradicional. Los artistas comenzaron a romper las normas, a experimentar con nuevos lenguajes, y a desafiar al espectador. En el teatro, esto significó romper con la estructura clásica, con la lógica narrativa, con los personajes realistas, y con el espacio escénico convencional, algo totalmente nuevo y experimental.
Veamos los principales movimientos vanguardistas que influyeron en el teatro y que pueden inspirar nuestra obra:
1. El Futurismo: El Futurismo, fundado por el poeta italiano Filippo Tommaso Marinetti, promovió la idea de una ruptura radical con el pasado. En el teatro, proponían obras cortas, dinámicas, donde el cuerpo y la acción eran más importantes que la palabra. Un teatro que va directo al impacto visual y físico.
2. El Dadaísmo: El Dadaísmo, uno de los movimientos más irracionales y antiestéticos, desafió todo tipo de convenciones sociales y artísticas. Este movimiento nació como una protesta contra la guerra y la lógica del mundo. En el teatro dadaísta no hay una historia clara ni personajes definidos. Todo puede parecer absurdo, fragmentado o improvisado. Se juega con el lenguaje, con el sonido y con lo inesperado. Ideal para trabajar la creatividad más libre. No seguían ninguna estructura fija y a menudo usaban el absurdo, el humor negro y la destrucción de cualquier forma tradicional de arte. El objetivo era provocar al espectador y cuestionar la realidad misma.
3. El Surrealismo: Influenciado por el psicoanálisis y la obra de Sigmund Freud, el Surrealismo en el teatro buscaba liberar la mente de las restricciones de la lógica y la razón. Basado en el mundo de los sueños y del inconsciente. Las obras surrealistas nos llevan a lo irracional, a lo onírico, con imágenes poéticas y escenas que no tienen una lógica tradicional. El surrealismo permite crear escenas cargadas de símbolos, con diálogos que parecen salidos de un sueño.
4. El Expresionismo: Nacido en Alemania, buscaba representar los sentimientos más profundos del ser humano, especialmente la angustia, la soledad o la desesperación. En el teatro expresionista, los personajes suelen ser tipos simbólicos (el obrero, el burgués, el juez) y las escenografías son distorsionadas, como un espejo roto de la realidad. Aquí el actor no busca naturalismo, sino intensidad emocional. Los expresionistas buscaban transmitir las emociones intensas y subjetivas de los personajes a través de la deformación de la realidad, la exageración de los gestos y las actitudes, y un uso dramático del espacio y la iluminación.
5. El Cubismo: El Cubismo, más conocido en las artes plásticas a través de Picasso y Braque, también tuvo su impacto en el teatro. En este caso, el cubismo teatral se caracterizó por la fragmentación de la forma y la representación de diferentes perspectivas al mismo tiempo. Las escenas en el teatro cubista se descomponían en múltiples planos y ángulos, lo que obligaba al espectador a observar las situaciones desde puntos de vista contrastantes. El uso de la geometría y la abstracción en la escenografía y el vestuario era fundamental, y el objetivo era representar la realidad de manera fragmentada y multidimensional.
6. El Teatro de lo Absurdo: Aunque más cercano a mediados del siglo XX, el Teatro de lo Absurdo, influenciado por autores como Samuel Beckett, Albert Camus y Eugène Ionesco, se basa en la idea de que la vida humana carece de sentido y está llena de contradicciones y absurdos. Las obras del teatro absurdo presentan personajes que se enfrentan a situaciones incomprensibles, diálogos fragmentados y una estructura que desafía la lógica convencional. Este tipo de teatro también cuestiona el papel del lenguaje y la comunicación, enfatizando lo incompleto, lo vacío y lo irracional. Este teatro nos muestra la incomunicación del ser humano, la falta de sentido de la existencia. Sus personajes a veces repiten frases sin lógica, hacen acciones sin propósito claro. Es un teatro filosófico, que provoca reflexión y desconcierto.
7. El Teatro de la Crueldad: El Teatro de la Crueldad, propuesto por el director y dramaturgo Antonin Artaud, pretendía hacer un teatro visceral, donde el cuerpo del actor y la interacción física fueran esenciales. Artaud sostenía que el teatro debía ser una experiencia directa y física que llegará a los instintos más profundos del espectador, despertando emociones intensas y a veces incómodas. Las representaciones de este tipo de teatro son muchas veces violentas, sensoriales y perturbadoras.
8. El Constructivismo: Proveniente de Rusia, el constructivismo aplicó al teatro una mirada técnica y funcional. La escenografía se construía con materiales industriales (andamios, poleas, escaleras), y los actores eran vistos como “máquinas humanas” que ejecutan una acción con eficacia. Se prioriza la forma, la utilidad, y la relación con el espacio.
9. Teatro épico (Bertolt Brecht): Aunque no se considera una vanguardia como las anteriores, se relaciona con este periodo por su carácter innovador. Brecht quería que el espectador pensara, no que se dejara llevar por la emoción. Por eso rompe la “cuarta pared”, introduce canciones, carteles, y hace que los actores comenten la acción. Ideal para el teatro social y crítico.
Conclusión
El teatro de las vanguardias artísticas representó una ruptura con la tradición y un desafío a la percepción convencional del arte. Cada uno de estos movimientos propuso una nueva forma de relacionarse con el espacio escénico, los personajes, los textos y el público. Para los actores, las vanguardias abrieron un mundo lleno de posibilidades, donde el cuerpo, la voz y la mente podían ser explorados sin limitaciones. Como estudiantes de actuación, es fundamental comprender cómo estos movimientos siguen influyendo en las técnicas teatrales contemporáneas y cómo pueden aplicarlas para crear un teatro innovador y desafiante.
María Castillo